Expertos que estudiaban el ADN romano descubrieron detalles que están reescribiendo la historia

Pase lo que pase, la historia siempre revela sus secretos. Incluso los períodos estudiados a fondo, como la Antigua Roma, ocultan detalles que tardan años en descubrirse. Sin embargo, con las pruebas de ADN modernas, los expertos se percataron de algunas verdades sobre la antigua población de la Ciudad Eterna. Lo que pensábamos que sabíamos sobre ellos se ha visto alterado por la información genética que dejaron atrás.

Reuniendo al equipo

Al frente de esta nueva mirada a los antiguos romanos estuvo el autor principal del estudio, Jonathan Pritchard, quien también trabaja como profesor de biología y genética en la Universidad de Stanford. Él y el resto del equipo, que incluía investigadores en Italia, Irlanda, Austria y Francia, esperaban aprender más sobre la legendaria civilización a través del ADN que su gente había dejado atrás.

Mapeando la región

El equipo no sólo analizó información genética directamente de Roma, sino que también observó especímenes de áreas adyacentes a la Ciudad Eterna. El equipo de investigación esperaba saber más sobre los orígenes ancestrales de los romanos, y lograron eso y más. Al final resultó que el ADN de la gente tenía una historia inesperada que contar.

La fundación de Roma

La fundación de Roma es materia de leyendas, literalmente. Los hermanos gemelos, Remo y Rómulo, supuestamente engendrados por Marte, el dios de la guerra, llegaron a las orillas del Tíber hace casi 3.000 años. Los bebés habían sido enviados río abajo en una canasta para que se ahogaran, pero sobrevivieron al viaje.

Una loba al rescate

Por supuesto, los indefensos bebés necesitarían ayuda para sobrevivir, ya sea en tierra o en el agua. La historia cuenta que una loba rescató a Remo y Rómulo, ayudándolos a fortalecerse lo suficiente como para vengarse de la persona que los había enviado a morir al Tíber: el rey de Alba Longa.